FARE TESTINA (HACER LA COBRA)

Sin entrar a analizar los acontecimientos del fin de semana que han inspirado esta profunda reflexión (que una mantiene un caché a la hora de protagonizar cotilleos) he decidido que es el momento de analizar una de las estratagemas femeninas más usadas, estudiadas, practicadas y repetidas de la historia de la humanidad: “hacer la cobra”.

Si sois no sois fans de Muchachada Nui el termino puede que os sea desconocido a pesar de haberlo practicado o haberlo sufrido en alguna ocasión.

Como muy bien definen en el Pagafantas “Hacer la cobra” es una maniobra evasiva empleada para esquivar un beso indeseado por parte de un atacante (normalmente masculino).

El procedimiento es sencillo, consiste en un requiebro de la espalda que permite que según avance el sujeto en tu dirección seas capaz de retroceder en una incómoda y dislocante postura que requiere un movimiento de cuello y en ocasiones un punto de apoyo externo (esto siempre dependiendo de la insistencia del maromo en cuestión).

(Ver video explicativo)



El movimiento de “Hacer la cobra” ha sido empleado desde tiempo inmemorial y ya fue tratado con una terrible traducción en la simpática Manuale D’amore (algún incauto llamó a esta táctica en su versión española “hacerse la tonta”, nenes, eso es hacerse la lista…) .

Pero en su acepción italiana tiene un cierto encanto con la descripción de Tommaso de “fare testina”, mismo procedimiento visto desde la parte atacante con cierta dignidad.

Mis queridas amigas, cuando las tradiciones funcionan es aconsejable seguir practicándolas con cierta continuidad y trasmitirlas de generación en generación, así que ya sabéis, “hacer la cobra” sigue de moda.

Publicar un comentario

0 Comentarios